MI COLEGIO
Es un aula, en la que se trabajan y refuerzan los contenidos escolares. Se concibe como un aula de apoyo especifico. Además, es abierta, porque los niños están en su aula de referencia, con su curso, con sus compañeros y sus profesores, combinando el trabajo en su aula de referencia con sesiones en el Aula TEA. Y es especializada, porque está organizada para favorecer la organización y la autonomía de los alumnos con TEA.
En cuanto a las metodologías, se emplean estrategias basadas
en la metodología TEACCH, agendas visuales para trabajar el trabajo autónomo, los
alumnos son capaces de gestionar el trabajo ellos solos, ya que saben cuándo
empieza la actividad, qué deben hacer en ella y cuándo termina.
También utilizan una Agenda general (se elaboran en
colaboración con el niño, para hacerle entender su rutina). Panel de
comunicación (método PECS, facilitará la comunicación de los alumnos). Agendas
de actividades de trabajo en mesa. Paneles de comportamiento…
Esta aula cuenta con un espacio adaptado, el aula se estructura
en distintos rincones o espacios delimitados para fomentar la autonomía, la
comunicación y el aprendizaje estructurado.
Como, por ejemplo, el rincón de asamblea y relajación, el rincón de trabajo en
grupo, rincón TIC...
En el aula tienen pictogramas para que puedan desarrollar sus clases en el aula de referencia:
Los objetivos Principales de este aula son:
- Desarrollar
habilidades de comunicación, tanto verbales como no verbales.
- Fomentar
la autonomía en situaciones de la vida cotidiana.
- Integrar a los alumnos en situaciones normalizadas dentro del entorno escolar y social.
- Adaptar la enseñanza a sus características cognitivas, comunicativas y sociales mediante el uso de tecnologías y materiales específicos.
Por otro lado, una de las iniciativas destacadas de este centro
son las Jornadas sobre Discapacidad. Durante estas jornadas, los estudiantes
participan en charlas, circuitos de movilidad, talleres y proyecciones, con el
objetivo de fomentar la integración y la comprensión de las diferentes
capacidades. Los alumnos experimentan de primera mano las dificultades a las que muchas personas se enfrentan en su día a día, fomentando así valores de respeto, empatía y solidaridad.
Recuerdo cuando iba al colegio que hubo un par de años que se realizaron estas jornadas, en estos momentos no se si se siguen desarrollando. Pero a mí me gustaban mucho, ya que era un día diferente que nos sacaba de nuestra rutina y nos hacía reflexionar sobre aspectos que jamás nos habíamos planteado. Era un día en el que todo el colegio realizábamos actividades que nunca antes habíamos hecho, ni nos habíamos planteado como nos sentiríamos haciéndolas. Realizábamos actividades con muletas, sillas de ruedas, también intentábamos hacer cosas que la vida cotidiana sin el sentido de la vista para entender los retos que enfrentan las personas con discapacidad visual..
De todas las actividades, la que más me impactó fue aquella en la que nos colocaban un antifaz y debíamos recorrer un circuito a ciegas. En esos momentos, cada paso parecía un desafío enorme, ya que nos chocábamos con todo y dependíamos totalmente de nuestras manos y del sentido del oído para orientarnos. Lo curioso era que, al final de la prueba, cuando nos quitábamos el antifaz, nos sorprendíamos al ver que el recorrido era en realidad muy corto y sencillo. Esa experiencia nos enseñó lo difícil que puede ser vivir sin alguno de nuestros sentidos y nos hizo valorar aún más lo que muchas veces damos por sentado y que no nos damos cuenta de lo importantes que son hasta que los perdemos.
Bajo el lema “Porque comprender es valorar” estas jornadas no solo sensibilizan a los alumnos, sino que también involucran a las familias en acciones solidarias. Un ejemplo de ello es la colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), promoviendo donaciones
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